Tú, la persona que me enseñó a sonreír a pesar de todos los problemas que pudiera tener, gracias, porque aunque ahora no estés en mi vida me has dejado una gran lección, la FELICIDAD.
Me dijiste que no dejase de sonreír a pesar de todos los problemas que tuviese, que valorase cualquier insignificante regalo, que disfrutase del mundo y todos sus maravillosos rincones, solo tenemos una vida y hay que saber vivirla.
Hace no mucho, tú eras esas sonrisas, ese mundo que tenía delante de mis ojos por descubrir, aquel pequeño tesoro donde guardaba mi vida, a partir de tu huida aprendí a sonreír cada vez que me levantaba por la simple razón de que me quedaba un día delante para cometer todas esas locuras, que el mundo era maravilloso y viajando podría descubrir todos sus rincones y que yo misma guardaba mi vida.
Como verás fuiste un capítulo importante en mi vida, pero quién juega a que le extrañe se arriesga a que le olviden, yo no lo he hecho pero he aprendido que tú no eres la respuesta a mis preguntas y que las mejores personas vienen cuando menos te lo esperas.
No pienses que todo está bajo tierra, pero si es verdad que no creo en segundas oportunidades, que lo que no funcionó a la primera es de extrañar que algo surja a la segunda.
Con todo mi cariño a mi capítulo preferido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario